El volante proporciona la tracción (impulsión) y la dirección activa, así que un volante tiene dos grados de libertad. El AGV puede utilizar uno o más volantes para alcanzar el movimiento omnidireccional: movimiento lateral, movimiento longitudinal, rotación "in-situ", movimiento oblicuo, etc. El volante se utiliza generalmente en un ambiente interior con mejores condiciones de tierra, así que el material de la superficie de la rueda es sobre todo poliuretano. La exactitud del movimiento del volante determina la repetibilidad del AGV, así que la calidad del volante tiene un impacto importante en el funcionamiento del AGV.